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Forjando un futuro con propósito: La justicia, los valores y la fuerza de la mujer.

Las alumnas del último grado de secundaria del Colegio Fontanar, me invitaron a charlar y dirigirles un mensaje en el marco, tanto de la culminación de sus estudios, como del evento que desarrollaron sobre Modelo de las Naciones Unidas Interno (MUN Interno) y por ello, primero les hablé de la importancia de la actividad que tendrían y de cómo los valores de la dignidad, libertad, igualdad, solidaridad y paz, han marcado el nacimiento y evolución de los derechos humanos.

El 23 de junio de 2025, estuve con ellas y este fue el mensaje que les dirigí:

Estimadas y queridas estudiantes, maestras y directivas de esta honorable institución:

Es para mí un profundo honor y una gran alegría encontrarme ante ustedes en este espacio de formación en valores. Ver sus rostros llenos de sueños, de preguntas y de un potencial infinito, me recuerda mis propios días de estudiante, aquí en Querétaro, cuando el futuro era un libro abierto lleno de posibilidades.

Hoy les hablo no solo como Magistrada del Tribunal Superior de Justicia, sino como Mariela, una mujer que, como ustedes, se ha forjado en esta tierra de gente trabajadora y de profundos valores. Con más de 30 años de carrera en el fascinante y exigente mundo del derecho, he tenido el privilegio de servir a mi comunidad como juez, magistrada y, con gran orgullo, como presidente del Tribunal de Justicia de nuestro estado.

Muchos me preguntan cómo ha sido este camino. No les mentiré, ha requerido de un gran esfuerzo de noches de desvelo, de mucho estudio, disciplina, de la valentía para tomar decisiones difíciles que impactan la vida de las personas, y de la perseverancia para abrirme paso en un ámbito que, por mucho tiempo, fue predominantemente masculino.

En mi trayectoria, he tenido la encomienda de impartir justicia en materia penal y, de manera muy especial, en la justicia para adolescentes. Esta última labor me ha permitido ver de cerca las encrucijadas que enfrentan muchos jóvenes y la importancia de una guía y una mano firme, pero compasiva, para reorientar sus caminos. Me ha enseñado que la justicia sin humanidad es una justicia incompleta.

Pero mi labor no se ha limitado a los tribunales. He encontrado una profunda vocación en la docencia, en la escritura de libros y, más recientemente, he retomado mi blog y el uso de las redes sociales para acercar el derecho a la gente. Porque creo firmemente que la justicia, para ser verdadera, debe ser entendida por todos.

Y en este camino, queridas jóvenes, mi fe ha sido mi ancla y mi brújula. En los momentos de duda, ha sido la luz que me ha permitido discernir lo correcto. En los momentos de cansancio, ha sido la fuerza que me ha impulsado a seguir adelante. Y en los momentos de éxito, me ha recordado la importancia de la humildad y del servicio a los demás, principios que sé que en esta institución se cultivan día con día.

La formación que reciben en una escuela preocupada por los valores va más allá de lo académico. Les brinda un cimiento sólido para la integridad, la compasión, el amor al prójimo y el sentido de comunidad. Estas son las herramientas fundamentales para construir una vida plena y una carrera exitosa, sin importar el campo que elijan.

Sé que vivimos en un mundo complejo, que presenta grandes desafíos para las mujeres. Aún existen brechas salariales, discriminación y obstáculos por superar. Pero quiero que vean estos retos no como barreras insuperables, sino como oportunidades para demostrar su valía, su inteligencia y su capacidad de liderazgo.

El liderazgo femenino no se trata de imitar modelos masculinos. Se trata de aportar nuestra propia perspectiva, nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de diálogo y nuestra fortaleza.

Ustedes pertenecen a una generación talentosa, conectada y con una conciencia social admirable. Tienen en sus manos el poder de transformar a México. No permitan que nadie les diga que no pueden lograr sus sueños. Estudien con ahínco, prepárense, pero sobre todo, cultiven su mundo interior. Lean, cuestionen, dialoguen, aporten, crean.

Quizás alguna de ustedes se sienta llamada a la abogacía, a la judicatura, a la política. Si es así, les aseguro que es una de las vocaciones más nobles, pues nos permite ser instrumentos de justicia y paz social. Pero sea cual sea su elección, háganlo con pasión, con excelencia y con un profundo sentido de servicio.

Recuerden siempre que su voz es importante. No teman levantarla para defender sus convicciones, para denunciar la injusticia y para proponer soluciones. Son ustedes, las jóvenes de hoy, quienes escribirán las próximas páginas de la historia de Querétaro y de México.

Las invito a ser mujeres valientes, mujeres de fe, mujeres de bien. Mujeres que, con la fuerza de su inteligencia y la nobleza de su corazón, construyan un mundo más justo, más equitativo y más humano para todas y todos.

Muchas gracias.

 

Con mi especial agradecimiento a Dana Victoria Borja Rangel.

9 años de justicia oral en Distrito Judicial de Querétaro.
9 años del sistema de justicia penal oral en México y del modelo de operación Cosmos de Querétaro.