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Foro Mundial de Justicia 2025: Defendiendo el Estado de Derecho.

Recibí la invitación para participar en el World Justice Forum 2025: Standing Up for the Rule of Law, por parte de Alejandro Ponce, Director Ejecutivo de WJP y Alejandro González, Jefe de Incidencia y Vinculación del WJP, evento organizado en coordinación con el Ministerio de Justicia de Polonia y la presidencia de Polonia en el Consejo de la Unión Europea.

El Foro se llevó a cabo del 23 al 26 de junio, en la ciudad de Varsovia, Polonia. Contó con la asistencia de representantes de más de 80 países. Durante toda la jornada, se realizaron 28 mesas de trabajo y 10 sesiones plenarias, en diversos temas relacionados con la defensa del estado de derecho, la democracia, la independencia judicial y la justicia abierta.

Tuve dos participaciones: la primera fue en una reunión sobre “Independencia Judicial”, conformada solo por jueces y magistrados de 22 países, entre ellos, Ucrania, Turquía, Bélgica, Filipinas, India, Estado Unidos de América, Colombia, República Dominicana. De México, fui la única magistrada en la reunión.

Todos sorprendidos por la situación de México. Esta fue mi participación:

Defender la Justicia en Tiempos de Retroceso: Independencia Judicial en Riesgo.

  1. De amenazas de facto a regresiones reales: el caso mexicano.

En México, las amenazas a la independencia judicial dejaron de ser riesgos latentes o “de facto” y se convirtieron en realidades institucionalizadas a partir de la reforma Constitucional del 15 de septiembre de 2024, que modificó el sistema de designación, permanencia y disciplina de jueces y magistrados.

La reforma generó que el pasado 1 de junio de 2025, se eligieran 881 cargos jurisdiccionales, entre 3422 candidatos en todo el país. En mi estado, Querétaro, fueron 35 cargos, entre 191 candidatos.

El argumento fue la “democratización” y “legitimación” del poder judicial, pero esto no es así. Fue una penosa y lamentable elección, en la que únicamente votó el 13% del electorado (pero quedó solo en el 9% de votos efectivos), orquestada con “acordeones” (o con instrucciones) que repartieron a las personas y que tenía el nombre de candidatos por quien votar.

¿Qué significa? Sin más, la captura total del poder judicial en México, porque están en los cargos quienes el partido en el poder quiere y no así quienes cumplen con méritos en términos de experiencia, herramientas y conocimiento, y además por:

  1. Captura institucional a través del Tribunal de Disciplina.
    • La reforma de 2024 crea este órgano que tiene funciones para sancionar a jueces que resuelvan contra la “legalidad” o contra la “administración de justicia”, lo cual es muy amplio, pero el objetivo es la vigilancia sobre los jueces para que resuelvan de acuerdo al “oficialismo”. Pérdida de la independencia judicial.
    • Creación de la figura de los jueces sin rostro para delincuencia organizada.
  2. Incertidumbre en la carrera judicial
    • La falta de garantías claras de estabilidad y ascenso por mérito genera un clima de temor y autocensura en el ejercicio jurisdiccional.
    • La remoción, sanción y golpeteo contra jueces por razones políticas se ha dado en varios estados.
  3. Reformas judiciales regresivas
    • La mal llamada reforma judicial agrava la situación al politizar la impartición de justicia.
    • Esto representa una amenaza estructural a la independencia judicial, al subordinar la función jurisdiccional a lógicas electorales.
    • Reforzamiento de la prisión preventiva oficiosa donde la constitución prohíbe a los jueces interpretar y deben aplicar literalmente la norma.
  4. Presión mediática y narrativa anti-judicial
    • El discurso estigmatizante desde el poder político hacia jueces y órganos jurisdiccionales ha debilitado la confianza pública y genera hostilidad social hacia la judicatura.
  5. Débil protección internacional
    • México carece de mecanismos efectivos de defensa supranacional para jueces amenazados por decisiones del Estado. La independencia judicial, aunque reconocida normativamente, carece de resguardo real.

La independencia judicial no es solo una garantía para los jueces: es una condición de posibilidad para los derechos de todas las personas. Si el juez teme, la ciudadanía pierde. Por ello, la defensa de la independencia judicial no puede quedarse en el discurso: exige acción coordinada, nacional e internacional, antes de que la excepción se vuelva norma.

World Justice Project está lanzando el programa Defender la Justicia (WJP) y me cuestionaron sobre, cómo este proyecto puede apoyar mejor a reformadores y cortes de justicia que enfrentan presiones a nivel nacional, y esta fue mi respuesta:

Un proyecto como Defender la Justicia puede convertirse en una herramienta clave para proteger a los reformadores judiciales si adopta un enfoque integral basado en cinco líneas estratégicas:

  1. Generar escudos de visibilidad internacional.
  • La protección comienza con el reconocimiento público. Cuando una jueza, magistrado o tribunal es blanco de ataques por ejercer su función con autonomía, Defender la Justicia puede activar alertas tempranas, informes internacionales y campañas de respaldo.
  • La visibilidad internacional disuade represalias y dota de legitimidad a las voces internas.
  1. Proporcionar asistencia técnica y comparada.
  • Muchas reformas regresivas se disfrazan de “modernización” o “democratización”.
  • Este proyecto puede ofrecer contranarrativas jurídicas sólidas, apoyadas en estándares internacionales y evidencia comparada, que refuercen las posturas técnicas de quienes defienden la independencia judicial.
  1. Articular redes de protección multiactor.
  • Crear canales de comunicación entre cortes, observatorios ciudadanos, academia y organismos internacionales para intercambiar alertas, aprendizajes y estrategias de contención.
  • Estas redes deben ser rápidas, confiables y discretas en contextos de alta conflictividad política.
  1. Financiar estrategias de defensa institucional
  • Muchos tribunales carecen de recursos para sostener equipos técnicos, comunicación estratégica o defensa legal ante amenazas.
  • Defender la Justicia puede financiar estrategias institucionales de integridad, transparencia y narrativa pública, que fortalezcan su legitimidad y resiliencia.
  1. Acompañamiento contextualizado
  • La defensa judicial no es uniforme: cambia según el país, el tipo de presión y la fortaleza institucional.
  • El proyecto debe adaptarse al contexto local, entendiendo las dinámicas políticas, jurídicas y sociales en juego, sin imponer soluciones universales.

Apoyar a quienes defienden la independencia judicial no es solo proteger instituciones: es proteger los derechos de quienes acuden a ellas. Defender la Justicia puede convertirse en ese puente entre lo global y lo local, entre el derecho y la acción.

La independencia judicial no es un privilegio corporativo, sino una garantía estructural de los derechos humanos. En contextos como el mexicano, donde las reformas regresivas ya están en marcha, es indispensable que la comunidad internacional actúe de manera firme y coordinada.

Proyectos como Defender la Justicia deben asumir un papel activo, no solo como observadores, sino como aliados estratégicos. Porque cuando el juez no puede hablar con libertad, es la ciudadanía quien queda en silencio.

 

 

Mi segunda participación fue en la mesa de trabajo: “Hacia una coalición multisectorial para mejorar la apertura y la confianza pública en las instituciones de justicia”, organizada por World Justica Project, la Red Internacional por la Justicia Abierta (RIJA) y la Alianza por el Gobierno Abierto (OGP).

Compartí panel con:

  • Álvaro Herrero (RIJA)
  • Adna Karamehic-Oates (OGP)
  • Ana Cárdenas (WJP México)
  • Samuel Arias (Magistrado de la Suprema Corte de República Dominicana)
  • Krzysztof Izdebski, de Stefan Batory Foundation
  • Christiane Wolowiec-Musich, de GIZ
  • Isabel Lemba, Embajadora de Zambia

Fue un honor compartir este espacio con defensores de la justicia abierta de distintas regiones del mundo. Hablé desde la experiencia concreta que tuve como Presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro, en México, donde impulsé una agenda decidida de apertura institucional.

En cuanto a la pregunta: ¿Qué pueden hacer los actores externos para apoyar a quienes defendemos la justicia abierta dentro del Poder Judicial? Desde mi perspectiva, su apoyo puede ser decisivo si se concreta en cinco líneas de acción:

  1. Primero, el acompañamiento técnico. Necesitamos herramientas y metodologías que nos ayuden a diseñar políticas viables: plataformas digitales, modelos de participación ciudadana, apertura de datos judiciales.
  2. Segundo, la construcción de legitimidad. Cuando los medios, la academia o la sociedad civil respaldan públicamente a quienes impulsamos estas reformas, se reducen resistencias internas y se fortalece nuestra posición institucional. Por ejemplo, al instalar un Observatorio Ciudadano que fuera partícipe de decisiones estratégicas del poder judicial, como la designación de nuevos jueces o en las licitaciones públicas, contar con el apoyo de actores externos fue decisivo para persuadir y mitigar resistencias internas.
  3. Tercero, el financiamiento. Muchos poderes judiciales enfrentan serias limitaciones presupuestarias. La cooperación internacional puede ayudarnos a lanzar proyectos piloto, hacer diagnósticos, o desarrollar capacidades técnicas.
  4. Cuarto, la formación. Es necesario sensibilizar tanto a operadores jurídicos como a la ciudadanía sobre los principios de la justicia abierta: transparencia, participación y colaboración. Para impulsar el lenguaje claro en las sentencias, tuvimos que apoyarnos en la capacitación de lingüistas expertas.
  5. Y quinto, el monitoreo ciudadano. La auditoría social, bien entendida, no es una amenaza: es un motor para la mejora continua y la rendición de cuentas.

Realicé una presentación que pueden verificar aquí.

¿Y qué facilita la sostenibilidad de la justicia abierta dentro del Poder Judicial?

Les compartí seis claves basadas en mi experiencia:

  1. El liderazgo con visión transformadora. Como presidente del tribunal, mi visión fue clara: abrirnos a la sociedad, acercarnos, construir legitimidad. La justicia no puede ser una caja negra.
  2. La institucionalización normativa. No basta con buenas intenciones. En Querétaro, impulsamos una reforma legal: la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial establece la justicia abierta como obligación legal y crea un Observatorio Ciudadano con atribuciones claras.
  3. La infraestructura tecnológica. Hablamos de expedientes digitales, audiencias públicas en línea, datos judiciales abiertos. Esto requiere plataformas seguras y confiables.
  4. La cultura organizacional. Implementamos un mecanismo de rendición de cuentas judicial: publicamos la productividad y pendientes de los jueces en el sitio web institucional. Esto no debilitó al Poder Judicial; lo fortaleció.
  5. La evaluación permanente. Necesitamos indicadores, encuestas, mecanismos de retroalimentación. La apertura es un proceso, no una foto.
  6. Y finalmente, las alianzas multiactor. El Observatorio Ciudadano del Poder Judicial en Querétaro fue clave para que más sectores conocieran cómo se gasta el presupuesto, cómo se selecciona a los jueces, y cómo se puede incidir.

La justicia abierta no es un lujo ni una moda. Es una exigencia democrática. Y para sostenerla, necesitamos voluntad política dentro, y acompañamiento comprometido desde fuera.

 

Fue todo un éxito el World Justice Forum 2025 por el gran poder de convocatoria y los diversos temas tratados, todos de actualidad. Mi reflexión final es que vivimos tiempos complicados para la independencia judicial en diversos países, de distintas intensidades y por diferentes motivos, pero que finalmente, el común denominador es la intención clara de socavar la función de la judicatura, tan necesaria para la democracia y la república, pero que estorba a los gobiernos autoritarios y populistas. El que organizaciones como WJP esté preocupado y ocupado por el tema, es muestra del interés por siempre defender el Estado de Derecho. En esa lucha continuaremos y más, si la sociedad civil organizada apoya a las instituciones de justicia.

También fue significativo para mí, que el Foro se realizara en Varsovia: una ciudad que fue destruída y la humanidad de ahí, aniquilada, pero la gran lección es que se levantaron, se reconstruyeron y hoy, es un gran polo de desarrollo, con una excelente calidad de vida para los polacos. Todo es cíclico, todo cambia y vuelve a su estado natural. Gracias Polonia por las enseñanzas: país ejemplo de resiliencia y reconstrucción institucional.

Agradezco la oportunidad de haber sido parte de tan importante y productivo evento. Gracias a Alejandro Ponce y Alejandro González por la confianza y por invitarme a participar. Mi reconocimiento a Ana María Montoya y Daniela Barba, por la excelente conducción de las mesas en las que participé. Y mi agradecimiento eterno a Ana Cárdenas por su gran apoyo. Todos ellos de WJP.

Presentación del libro "El delito de Despojo"
9 años de justicia oral en Distrito Judicial de Querétaro.