9 años de justicia oral en Distrito Judicial de Querétaro.

El pasado 30 de mayo de 2025, en el Distrito Judicial de Querétaro cumplimos nueve años de la implementación de la justicia oral penal, que coincidió con la invitación que me hizo el Colegio de Abogados Penalistas de Querétaro, A.C., a su sesión ordinaria.

Acudimos los magistrados de la Sala Penal y cada quien expuso un respectivo tema de novedad penal.

Por lo que respecta a mí, recordé a los colegas abogados que justo ese día estábamos de aniversario y di un balance de cómo se encuentra la justicia oral en distrito de Querétaro.

Hice énfasis en el sistema de gestión que diseñamos desde el inicio en Cosmos, siempre teniendo como centro de atención a la persona: ya sean víctimas o imputados, que son representadas en un procedimiento penal por los abogados en sus funciones de asesores jurídicos o defensores, respectivamente.

De igual forma, hice un llamado para que todos conservemos el sistema de gestión que tenemos y tratemos de mejorarlo, el cual, a nueve años, no está en crisis y de ello, los principales beneficiados son las partes procesales, para que sus audiencias se programen en los plazos establecidos por ley y respetar el que un procedimiento penal no se alargue de forma injustificada, sino solo por el derecho de representación o defensa de las partes y así cumplir con el derecho a la justicia pronta.

Forjando un futuro con propósito: La justicia, los valores y la fuerza de la mujer.

Las alumnas del último grado de secundaria del Colegio Fontanar, me invitaron a charlar y dirigirles un mensaje en el marco, tanto de la culminación de sus estudios, como del evento que desarrollaron sobre Modelo de las Naciones Unidas Interno (MUN Interno) y por ello, primero les hablé de la importancia de la actividad que tendrían y de cómo los valores de la dignidad, libertad, igualdad, solidaridad y paz, han marcado el nacimiento y evolución de los derechos humanos.

El 23 de junio de 2025, estuve con ellas y este fue el mensaje que les dirigí:

Estimadas y queridas estudiantes, maestras y directivas de esta honorable institución:

Es para mí un profundo honor y una gran alegría encontrarme ante ustedes en este espacio de formación en valores. Ver sus rostros llenos de sueños, de preguntas y de un potencial infinito, me recuerda mis propios días de estudiante, aquí en Querétaro, cuando el futuro era un libro abierto lleno de posibilidades.

Hoy les hablo no solo como Magistrada del Tribunal Superior de Justicia, sino como Mariela, una mujer que, como ustedes, se ha forjado en esta tierra de gente trabajadora y de profundos valores. Con más de 30 años de carrera en el fascinante y exigente mundo del derecho, he tenido el privilegio de servir a mi comunidad como juez, magistrada y, con gran orgullo, como presidente del Tribunal de Justicia de nuestro estado.

Muchos me preguntan cómo ha sido este camino. No les mentiré, ha requerido de un gran esfuerzo de noches de desvelo, de mucho estudio, disciplina, de la valentía para tomar decisiones difíciles que impactan la vida de las personas, y de la perseverancia para abrirme paso en un ámbito que, por mucho tiempo, fue predominantemente masculino.

En mi trayectoria, he tenido la encomienda de impartir justicia en materia penal y, de manera muy especial, en la justicia para adolescentes. Esta última labor me ha permitido ver de cerca las encrucijadas que enfrentan muchos jóvenes y la importancia de una guía y una mano firme, pero compasiva, para reorientar sus caminos. Me ha enseñado que la justicia sin humanidad es una justicia incompleta.

Pero mi labor no se ha limitado a los tribunales. He encontrado una profunda vocación en la docencia, en la escritura de libros y, más recientemente, he retomado mi blog y el uso de las redes sociales para acercar el derecho a la gente. Porque creo firmemente que la justicia, para ser verdadera, debe ser entendida por todos.

Y en este camino, queridas jóvenes, mi fe ha sido mi ancla y mi brújula. En los momentos de duda, ha sido la luz que me ha permitido discernir lo correcto. En los momentos de cansancio, ha sido la fuerza que me ha impulsado a seguir adelante. Y en los momentos de éxito, me ha recordado la importancia de la humildad y del servicio a los demás, principios que sé que en esta institución se cultivan día con día.

La formación que reciben en una escuela preocupada por los valores va más allá de lo académico. Les brinda un cimiento sólido para la integridad, la compasión, el amor al prójimo y el sentido de comunidad. Estas son las herramientas fundamentales para construir una vida plena y una carrera exitosa, sin importar el campo que elijan.

Sé que vivimos en un mundo complejo, que presenta grandes desafíos para las mujeres. Aún existen brechas salariales, discriminación y obstáculos por superar. Pero quiero que vean estos retos no como barreras insuperables, sino como oportunidades para demostrar su valía, su inteligencia y su capacidad de liderazgo.

El liderazgo femenino no se trata de imitar modelos masculinos. Se trata de aportar nuestra propia perspectiva, nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de diálogo y nuestra fortaleza.

Ustedes pertenecen a una generación talentosa, conectada y con una conciencia social admirable. Tienen en sus manos el poder de transformar a México. No permitan que nadie les diga que no pueden lograr sus sueños. Estudien con ahínco, prepárense, pero sobre todo, cultiven su mundo interior. Lean, cuestionen, dialoguen, aporten, crean.

Quizás alguna de ustedes se sienta llamada a la abogacía, a la judicatura, a la política. Si es así, les aseguro que es una de las vocaciones más nobles, pues nos permite ser instrumentos de justicia y paz social. Pero sea cual sea su elección, háganlo con pasión, con excelencia y con un profundo sentido de servicio.

Recuerden siempre que su voz es importante. No teman levantarla para defender sus convicciones, para denunciar la injusticia y para proponer soluciones. Son ustedes, las jóvenes de hoy, quienes escribirán las próximas páginas de la historia de Querétaro y de México.

Las invito a ser mujeres valientes, mujeres de fe, mujeres de bien. Mujeres que, con la fuerza de su inteligencia y la nobleza de su corazón, construyan un mundo más justo, más equitativo y más humano para todas y todos.

Muchas gracias.

 

Con mi especial agradecimiento a Dana Victoria Borja Rangel.

La importancia y el significado de la toga judicial.

Introducción

Recientemente se ha planteado por impulso de legisladores de Morena y de algunos ministros electos por voto popular, la posibilidad de prescindir del uso obligatorio de la toga en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), argumentando que esta vestimenta representa lejanía y elitismo.

Ante ello, surge la necesidad de reflexionar sobre el significado de la toga y su papel en la legitimidad y autoridad del Poder Judicial.

  1. Origen histórico y simbolismo
  • Herencia romana: La toga proviene de la antigua Roma, en donde distinguía a los ciudadanos, especialmente a magistrados y oradores, marcando autoridad, estatus social y, muy importante, responsabilidad pública.
  • Del rito al derecho: En la Edad Media y el Renacimiento, la toga fue adoptada por letrados, jueces y funcionarios, consolidándose como prenda oficial para solemnizar actos jurídicos y garantizar la dignidad del procedimiento.
  1. Función actual en el sistema judicial
  • Autoridad visible y solemnidad: En México, la toga fue instituida para ministros por decreto de 1941, con toga de seda negra y puños blancos.
  • Principios que representa:
    • Imparcialidad y neutralidad: Su uso señala que el juzgador no actúa por convicción personal, sino conforme al derecho.
    • Responsabilidad y peso del cargo: El traje pesado simboliza el compromiso de la autoridad con cada decisión judicial.
    • Equilibrio interpretativo: La manga ancha representa la visión amplia del derecho que debe tener un juzgador para resolver en favor del reconocimiento de los derechos de las personas.
  1. La toga como emblema institucional
  • Símbolo de respeto y representatividad: La toga le otorga al juez una investidura que trasciende su persona y habla en nombre del estado de derecho.
  • Prestigio y distinción del cargo: La Barra Mexicana de Abogados señaló en 1941 que la toga “honra a quien la porta, constituyendo tal investidura el emblema de su autoridad”, similar a la banda presidencial.
  1. Debate actual en México
  • Propuesta de reforma: Morena argumenta que la toga y el birrete (que por cierto, no usan ni ministros ni jueces de oralidad) son “símbolos de lejanía y elitismo” y propone permitir vestimenta formal o tradicional, acorde con los orígenes de cada ministro.
  • Iniciativa y argumentos: Reformar el artículo 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para mantener vestimenta digna (como si la toga no lo fuera) sin obligación de toga.
  • Expectativa pluricultural: Se destaca la llegada de ministros de origen indígena, como Hugo Aguilar Ortiz, quien plantea sesionar con vestimenta tradicional de su pueblo.
  1. Reflexión y conclusión
  • Equilibrio entre tradición e inclusión: La toga encarna principios fundamentales —imparcialidad, autoridad y solemnidad— esenciales para la confianza pública en la justicia.
  • Riesgos de su eliminación total:
    • Podría debilitar la percepción institucional del Poder Judicial.
    • Extrema personalización del tribunal podría fragmentar su identidad republicana.
  • Propuesta conciliadora:
    • Conservación de la toga como símbolo esencial.
    • Permitir usos complementarios de vestimenta cultural o tradicional en contexto plural e inclusivo, sin eliminar la toga como estructura central del acto judicial.

Conclusión

El uso de la toga por ministros no es una simple tradición estética, sino una manifestación jurídica cargada de autoridad, neutralidad y solemnidad histórica. Su desaparición podría socavar elementos esenciales de imparcialidad y confianza pública. La propuesta no debe verse como un rechazo de diversidad cultural, sino como una oportunidad para enriquecer el simbolismo judicial, manteniendo la universalidad y la dignidad que la toga representa. Así, la SCJN honra sus raíces constitucionales sin ignorar la pluralidad de México.

Se equivocan cuando dicen que la toga representa elitismo y distanciamiento con la ciudadanía; si así fuera, entonces, eliminen los uniformes de muchas profesiones u oficios, por ejemplo, quiten los uniformes a los militares o a los policías; a los profesionales de la medicina como médicos y enfermeras; a los chefs, para que no usen el toque blanche que los distigue como tales del resto del personal de cocina, y un sinfín de etcéteras.

La cercanía con la ciudadanía nada tiene que ver con si usan o no toga; pueden no usarla y seguir tan distantes como hasta ahora; la nueva integración de la SCJN enfrenta grandes desafíos, uno de ellos, lograr legitimidad social.

Eliminar el uso de la toga porque es elitista, solo es un pretexto para no mostrar compromiso social plural, sino solo con una ideología -la que los lleva al poder- y con un cierto sector -el indígena-. Nada tenemos en contra de los pueblos originarios, de hecho, la Corte que se va deja un gran legado en avance jurisprudencial sobre pueblos indígenas, pero usarlo como justificación para no usar toga, es más bien representativo de su compromiso solo con el gobierno en el poder.

Yo, orgullosamente en mis audiencias, porto la toga que me impone y me recuerda siempre que debo ser imparcial y objetiva; me despoja de mis convicciones personales para resolver en favor de las personas, sus circunstancias y diversidad; y, es el reflejo de que mis sentencias son en nombre del Estado de Derecho. Ni más, ni menos.

 

El enfoque transgeneracional para lograr la igualdad de las mujeres.

El colectivo feminista “Abogadas en el Estado de Querétaro, ColecFem”, me invitó a su Segunda Asamblea Conmemorativa, que se llevó a cabo el 12 de mayo de 2025, en el Aula Forense de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Me pidieron dirigir un mensaje a las jóvenes abogadas, sobre el trabajo transgeneracional como clave para la igualdad y de ahí surgió mi idea de escribir una nueva entrada para mi blog.

La desigualdad de género no es un fenómeno reciente. Tampoco puede explicarse como un problema individual ni momentáneo. Se trata de un entramado de normas, mandatos, exclusiones y violencias que se han transmitido de generación en generación, condicionando el presente de muchas mujeres y proyectando sus efectos hacia el futuro. Desde esta mirada, el enfoque transgeneracional con perspectiva de género se presenta como una herramienta teórica y práctica indispensable para comprender y combatir las causas estructurales de la desigualdad.

El enfoque transgeneracional para lograr la igualdad de las mujeres, parte de reconocer que la desigualdad de género no es un fenómeno aislado ni actual, sino el resultado de patrones históricos, culturales y familiares que se transmiten de generación en generación. Para revertir esa herencia estructural, es necesario intervenir en los ciclos que perpetúan la discriminación, tanto desde el ámbito jurídico, como educativo y social.

Herencias que pesan: desigualdad histórica y estructural

Durante siglos, a las mujeres se les negó el acceso a la educación, la participación política, la independencia económica y la libertad sobre sus propios cuerpos. Aunque hoy las leyes reconocen la igualdad formal, persisten formas profundas de exclusión que tienen raíces históricas, culturales y familiares. Estas formas de desigualdad son transgeneracionales: se transmiten a través de los discursos, los silencios, los modelos familiares y las oportunidades negadas.

🔍 ¿Qué es el enfoque transgeneracional?

El concepto “transgeneracional” se refiere a la transmisión de patrones emocionales, culturales, sociales y simbólicos entre generaciones, y ha sido ampliamente trabajado en el ámbito de la psicología, la sociología y más recientemente, en los estudios de género y derechos humanos (Kellermann, 2001; Volpato, 2011).

Cuando se aplica al análisis de la desigualdad de género, este enfoque permite entender cómo las mujeres han heredado no solo roles socialmente impuestos, sino también consecuencias materiales e inmateriales de una historia estructuralmente desigual. Como señala Rita Laura Segato, “el patriarcado no se impone de una vez y para siempre, sino que se reproduce en la vida cotidiana y en la transmisión cultural intergeneracional” (Segato, 2016).

🎯 ¿Qué implica un enfoque transgeneracional con perspectiva de género?

  1. Reconocer las cadenas de desigualdad heredadas.
  • Las mujeres suelen cargar con roles y expectativas tradicionales transmitidos por sus madres, abuelas o figuras sociales (cuidado, sumisión, dependencia).
  • La violencia de género y la desigualdad educativa, laboral o política no comienzan en una generación, sino que se reproducen si no se rompen esos patrones.
  1. Analizar los efectos del trauma colectivo o estructural.
  • La pobreza, la violencia doméstica, la exclusión educativa o la falta de acceso a servicios afectan no solo a una mujer, sino a sus hijas y nietas.
  • En contextos de violencia feminicida o impunidad, hay efectos emocionales, sociales y jurídicos transgeneracionales que impactan a las familias de las víctimas.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido en diversas sentencias (como en Caso Radilla Pacheco vs. México) los efectos del daño transgeneracional, particularmente en contextos de desaparición forzada o violencia institucional, afectando el desarrollo emocional, económico y social de las generaciones siguientes.

  1. Promover políticas de equidad con visión histórica y de largo plazo.
  • La igualdad no puede lograrse solo con leyes de protección actuales, sino atendiendo los efectos acumulados de generaciones de exclusión.
  • Ejemplo: garantizar acceso preferente a educación, empleo o vivienda para mujeres de comunidades marginadas donde hay una herencia de subordinación femenina.
  • Las políticas públicas y educativas deben tener una mirada intergeneracional, que no solo repare el daño actual, sino que prevenga su repetición futura.
  1. Educar para romper patrones.
  • La escuela, la familia y los medios deben fomentar nuevas narrativas de género que corten con los mandatos heredados.
  • Trabajar en educación emocional, autoestima, autonomía económica y liderazgo femenino desde la infancia, ayuda a cambiar la trayectoria de futuras generaciones.
  • Aplicar este enfoque en el ámbito educativo significa enseñar desde la igualdad, pero también para romper ciclos. Significa empoderar a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes no solo con conocimiento, sino con conciencia crítica y nuevas formas de habitar su identidad.
  • Desde el ámbito jurídico, implica reconocer que la violencia y la impunidad no solo dañan a las víctimas directas, sino también a sus hijas e hijos, a su comunidad y a la memoria social.
  1. Memoria y justicia de género.
  • Un enfoque transgeneracional implica también dar voz a la historia de las mujeres silenciadas: las que no pudieron votar, estudiar, decidir, denunciar.
  • La memoria feminista es un acto de justicia simbólica que reconoce a las generaciones pasadas como parte de la transformación.
  • La igualdad de las mujeres no es solo una meta para hoy, sino un compromiso con las que vienen.

Garantizar derechos con enfoque transgeneracional no solo protege a una mujer, sino que previene que su hija y su nieta vivan la misma exclusión. De eso se trata la verdadera transformación.

Como ha advertido la antropóloga feminista Marcela Lagarde, “las mujeres no nacen subordinadas, sino que son educadas en la subordinación, generación tras generación” (Lagarde, 2005). Romper ese patrón requiere reconocer su dimensión histórica y estructural.

🟣 Conclusión:

El enfoque transgeneracional con perspectiva de género no solo busca igualdad para las mujeres de hoy, sino también garantizar que las próximas generaciones no vivan las mismas formas de discriminación. Es una herramienta para desmantelar estructuras patriarcales que se han naturalizado con el tiempo. Siempre he dicho que el cambio generacional es el que puede ir modificando la desigualdad, pero debemos reconocer las razones del pasado, trabajar con las mujeres del presente, para cuidar a las mujeres del futuro.

📌 Referencias bibliográficas

  • Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Radilla Pacheco vs. México. Sentencia de 23 de noviembre de 2009.
  • Kellermann, N. P. (2001). Transmission of Holocaust trauma — An integrative view. Psychiatry, 64(3), 256–267.
  • Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. UNAM.
  • Segato, R. L. (2016). La guerra contra las mujeres. Traficantes de Sueños.
  • Volpato, C. (2011). Psicología del testigo y memoria colectiva. Ediciones Paidós.

 

Análisis de las elecciones judiciales 2025 en México.

El 28 de abril de 2025, la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana, CAAAREM, con motivo de su consejo nacional reunido en Querétaro, me invitaron a platicar sobre la llamada “reforma judicial” en lo que respecta al Poder Judicial de la Federación, y expuse lo siguiente:

Comenté que el próximo 1 de junio de 2025, México vivirá un proceso sin precedentes: la ciudadanía elegirá por voto popular a ministros, jueces y magistrados federales. Esta transformación, derivada de la reforma constitucional publicada el 15 de septiembre de 2024, constituye un lamentable cambio en la forma de designación de juzgadores, aunado a que su implementación acelerada ha generado importantes cuestionamientos desde el ámbito jurídico, social  y académico.

¿Qué establece la reforma?

La reforma eliminó el sistema de designación basado en mérito profesional y concursos de oposición (para magistrados y jueces). En su lugar, se instauró la elección directa por parte de la ciudadanía. Entre los cambios más significativos destacan:

  • Reducción de once a nueve ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que sesionará exclusivamente en pleno.

  • Creación de un Tribunal de Disciplina elegido por voto popular.

  • Sustitución de los Consejos de la Judicatura por un nuevo Órgano de Administración.

  • Delegación al Instituto Nacional Electoral (INE) de la organización y reglamentación del proceso.

Un proceso electoral judicial inédito

El proceso contempla la elección de 881 cargos judiciales a nivel federal, incluyendo ministros de la SCJN, magistrados electorales, magistrados del nuevo tribunal de disciplina, jueces de distrito y magistrados de circuito. Compiten 3422 candidatos, lo que implica un promedio de casi cuatro aspirantes por puesto.

Cada elector recibirá seis boletas, correspondientes a los distintos cargos en contienda. La complejidad de esta votación multinivel —nacional, regional, por circuito y por distrito— plantea un desafío logístico sin antecedentes, porque además, habrá espacios para elegir el número de mujeres y de hombres que corresponda por cada cargo, por ejemplo, para ministro de la Corte, se deberá anotar el número correspondiente a 5 mujeres y 4 hombres; complejidad que se incrementa en jueces de distrito y magistrados de circuito, porque además de elegir hombre o mujer, se deberá elegir por materia (civil, penal, administrativa, laboral, etcétera).

Elección en Querétaro.

Puse como ejemplo la cantidad de cargos y candidatos que elegiremos en el estado de Querétaro, tomando en cuenta que solo tendremos elección federal. Cada estado será diferente, dependiendo también de si hay elecciones de juzgadores locales.

En el estado de Querétaro se elegirán 35 cargos judiciales entre 191 candidatos. La ciudadanía deberá conocer perfiles altamente especializados, sin contar con campañas públicas ni mecanismos de difusión amplios que faciliten un voto informado.

Principales preocupaciones

La reforma pretende un intento por democratizar el sistema judicial, entendiendo por tal, que el “pueblo” designe a sus jueces, lo cual es un error, pero además, presenta varios puntos críticos:

  • Debilitamiento de la independencia judicial al someter a jueces y magistrados a una lógica electoral.

  • Falta de mecanismos reales de acceso a la justicia, especialmente para grupos en situación de vulnerabilidad.

  • Supresión de la carrera judicial, lo que desincentiva la formación técnica y profesional en el ámbito jurisdiccional.

  • Evaluaciones subjetivas y sorteo (“tómbola”) como método de selección preliminar, lo que compromete la legitimidad del proceso.

Reflexión final

El experimento democrático que representa esta elección judicial no servirá para redefinir la relación entre el Poder Judicial y la ciudadanía. Hay otros mecanismos para ello sin comprometer la independencia e imparcialidad de los jueces; su apresurada implementación, la ausencia de reglas claras y la sobrecarga informativa para el electorado generan dudas fundadas sobre su eficacia, equidad y legitimidad. Frente a este escenario, es indispensable promover una reflexión profunda sobre los riesgos de politización de la justicia y la necesidad de fortalecer, no debilitar, su independencia.

Les dejo aquí la presentación completa de la charla donde podrán ver el número de candidatos por cada cargo (dar click sobre cada diapositiva).